domingo, 29 de julio de 2018

Hamilton consolida su ventaja en Hungaroring.

Todo pintaba bien para Ferrari este fin de semana. Los bólidos rojos se comportaban notablemente mejor que las flechas plateadas en este circuito de Hungaroring. Marcaban los mejores tiempos en las sesiones libres, pero nadie contaba con el agua para la sesión de clasificación. El agua cambiaba drásticamente el comportamiento de pilotos y vehículos y los pilotos de Mercedes supieron poner en valor esta circunstancia copando la primera linea de la grille.

El domingo la carrera se presentó en seco y eso hacia mantener las esperanzas a los de Maranello. Vettel que salía cuarto, elegía poner el blando para poder hacer una tanda larga, pero primero una carrera solida del inglés desde la pole y luego un buen escudero como Bottas, tapando las aspiraciones de Seb, dejaron claro que a lo más que podían aspirar en Ferrari, ayudado por la fatiga de los neumáticos de Valteri Bottas, era a una segunda posición. La táctica la puso Kimi que entró primero a cambiar y poner los blandos. Botas tuvo que replicar y entrar poco después para no perder posición. La diferencia era que el finlandés de rojo, pararía de nuevo para poner ultrablandos y hacer con ellos el último stint. Vettel paró cuando tenia suficiente espacio con Bottas, pero una mala parada le hizo salir justo por detrás de él, aunque con ultrablandos. 

Todavía Bottas ponía en valor el buen estado de sus gomas y Vettel sufría su aire sucio que le impedía ponerse a tiro para consumar el adelantamiento. Que el superblando era mucho mas rápido lo dejaba claro Raikonnen, que en pocas vueltas se puso detrás de los dos contendientes que peleaban por la segunda plaza. Achuchado por su propio compañero y a falta de pocas vueltas para la bandera a cuadros, Vettel tuvo que forzar. Se puso pegado a Bottas al llegar a la curva uno y aprovechando su mejor tracción se colocó incluso por delante de él antes de la curva dos. El de Mercedes no terminaba de ceder toda la posición, pero Vettel cerró la trazada y obligó a Bottas a levantar. En la maniobra Bottas acabó tocando a Vettel y dañó su morro. Los dos Ferrari pasaban delante de él por la curva tres. 

Ricciardo, que había salido P12, por detrás de Fernando, utilizó la misma estrategia que Sebastian Vettel y en esta fase de la carrera ya rodaba quinto, cerca de los tres protagonistas. Bottas, rodaba ahora perjudicado por su morro dañado y el australiano pronto se puso manos a la obra. Al final de recta y valiendose del DRS, lo tenia sobrepasado, pero Bottas en su desesperación alargó su frenada en una maniobra imposible y acabó tocando de lleno al #3. La maniobra dañaría al Red Bull, pero no le impediría llegar a meta y entrar cuarto por delante del filandés de mercedes, que acabó siendo sancionado por esta maniobra, con diez segundos y dos puntos de penalización en su superlicencia.

Carlos Sainz había clasificado P5, primero del resto e incluso por delante de Verstappen, pero una estrategia equivocada dio al traste con sus aspiraciones. Los de delante de la parrilla salían con ultrablandos y solo Seb y Carlos optaron por calzar blandos para el primer stint. Si en el caso del alemán podía estar justificado por jugar una baza contraria, en el caso del de Renault, solo podía traducirse en un descalabro de posiciones al termino de las dos primeras vueltas, como así sucedió. Y tampoco acertaron con la parada, pues en vez de alargarla hasta que los tiempos comenzaran a bajar, lo llamaron en la 25, dejando la carrera del español en una simple anécdota.
El que hizo una brillante carrera fue Pierre Gasly, que saliendo P6, supo mantener la posición toda la carrera, enjugando una sustancial diferencia con sus perseguidores, al punto de poder entrar a cambiar neumáticos sin peligro alguno de perder la posición. Sensacional el trabajo del piloto francés a bordo del Toro Rosso con motor Honda. Imagino que su hermano mayor, que montará esos motores la próxima temporada, sabrá sacar conclusiones de esta magnifica actuación.

McLaren jugó bien su estrategia, lo que le valió para rodar con sus dos pilotos en los puntos durante buena parte de la carrera. Al final Vandoorne, tuvo que abandonar con problemas en su motor.

lunes, 23 de julio de 2018

Hockenheim. De la decepción a la gloria

Después de la victoria, hace un par de semanas, de Sebastian Vettel en Silverstone y ayudado por el error cometido por Lewis Hamilton en la Q1, este fin de semana prometía buenos augurios para el alemán. El sábado en la Q3, el piloto de Ferrari había marcado una de esas vueltas que solo firman aquellos que tienen ese ápice de valía que les hace excepcionales, dejando la pole del año pasado (Rosberg), a mas de tres segundos. Quien decía que estos híbridos no son rápidos?.

La carrera empezó con cierta preocupación en Ferrari, pues el cielo estaba gris y la probabilidad de lluvia para la parte final de la carrera era considerablemente alta. El alemán salió bien y sabedor de la acechante agua, se puso manos a la obra. En diez giros ya sacaba al primero de los mortales dieciocho segundos, que se dice pronto. Por detrás Bottas, Raikonnen y Verstappen, mantenían las posiciones de salida y Ricciardo, que había salido desde la cola por cambiar su unidad de potencia y Hamilton desde la decimocuarta plaza, se afanaban en sobrepasar a los demás en busca de una posición digna al final de la carrera. En la vuelta catorce, Hamilton ya se había aupado a la quinta posición, aunque a mucha distancia de Verstappen y Ricciardo, con un peor coche, se puso sexto en el decimotercer giro. 

Hamilton sin trafico por delante, comenzó a rodar hasta ocho décimas más rápido que el líder, gracias a sus compuestos dos puntos mas duros (los medios) que le daban mas durabilidad, mientras de Seb empezaba a tener degradación en sus ultrablandos. Entró en la vuelta veinticinco y puso blandos, para poder llegar hasta el final. ¿Podría ser que Ferrari quisiese llevar un compuesto no demasiado duro en caso de que llegaran algunas gotas que tirasen abajo las presiones y las temperaturas? En todo caso, ése era el largo plazo; a corto, lo que ocurrió es que Vettel salió de boxes justo por delante de Lewis e inmediatamente por detrás de Kimi que había entrado unas vueltas antes y había logrado hacerle un undercut a su compañero. El finés, con ultrablandos, iba a una táctica totalmente distinta, y en esas situaciones Ferrari no ha dudado en hacer cambiar las posiciones a la pareja. Y así fue, Vettel por radio, aseguraba que podía ir un segundo más rápido que su compañero y desde el box no tardaron en trasmitirle a Kimi un diplomatico mensaje para que lo dejara pasar.

Con las posiciones así, Bottas que rodaba cómodamente en cabeza, acabó por entrar en la vuelta veintiocho sin que nada a la vista le hiciera pensar en una parada mas barata que le permitiera mantener la posición… y debió desesperarse cuando nada mas salir vio como Ricciardo se quedaba tirado a un lado de la pista y el tan ansiado VSC parecía posible. Sin embargo, los comisarios le sacaron con habilidad y sólo fue necesaria una bandera amarilla. El doblete era ahora de Ferrari, al menos de forma provisional, y Hamilton era un tercero acechante. Su trabajo de gestión de neumáticos era alucinante: tras 40 giros, seguía rodando en 17 altos-18 bajos, que era el ritmo de un Kimi con gomas 15 vueltas más jóvenes. El motivo de tan largo stint no era otro que la temida lluvia y la posibilidad, en caso de que no llegase, de calzar un ultrablando en una parte final muy corta e intentar llegar al podio. En la vuelta 42, la última actualización del parte meteorológico decía que sólo caería algo de agua en la curva 6 (la horquilla), insuficiente para poner neumáticos intermedios. Así que Mercedes llamó a boxes a Lewis y le puso el qualifying para atacar. Y fue entonces cuando comenzó la lluvia. En efecto, sólo fue en la curva 6. Los pilotos levantaron el pie y frenaron con mucha cautela, pero de momento sólo perdían 2 segundos por vuelta. Leclerc, Alonso y Gasly, todos fuera de puntos, se la jugaron a poner gomas de agua. Verstappen, 4º pero con un mundo de ventaja sobre el 5º, también arriesgó. Pero las gotas seguían siendo sólo en esa curva, y mientras todos rodaban en 1:20, los valientes lo hicieron en 1:38. Pronto cambiaron de idea, de nuevo a slicks… y el cielo duplicó su virulencia. Y a todos les temblaron las piernas. En esta situación, llevar el compuesto más blando posible permite mantener algo mejor la temperatura y permite ir más rápido. Uno de los pocos que llevaban el ultrablando era Lewis, y se aprovechó de la situación para cimentar su carrera. Entre la vuelta 43, la primera que completó con los ultrablandos, y la 50, las 7 que tuvieron dosis de agua, les recortó 11,6 segundos a Vettel, 13,7 a Räikkönen y 10,5 a Bottas. Claro que el Pirelli del flanco morado ayudó. Pero también ayudó ser Lewis Hamilton, una leyenda de este deporte.

En la 51, en Sachs, la curva fuertemente peraltada, la lluvia era simplemente un pelín más fuerte de lo que Seb esperaba, y su apoyo delantero un pelín más escaso de lo que creía, al haber perdido minutos antes un aletín de forma misteriosa en la última curva. El coche dejó de frenar, subviró y se metió en la zona sucia, derrapó y se dirigió hacia la puzolana. La velocidad era ridícula, y sin embargo no pudo evitar el choque contra las protecciones.

Lo que vino después fue, sencillamente, el golpe de magia que terminó de redondear la actuación de Lewis. Sus rivales, Bottas y Räikkönen entraron a poner ultrablandos nuevos a bajo coste, en vista de que la lluvia parecía marcharse. Lewis se dirigió al pit lane y su equipo cambió de idea hasta 3 veces en pocos segundos, en un griterío impropio de una escudería élite. En milisegundos, Hamilton tomó la decisión de quedarse fuera… y se puso líder. Sus gomas sólo tenían 10 vueltas; no tendría ningún problema para mantener la posición y llegar hasta el final… pero nadie se lo había dicho a un Valtteri Bottas que atacó en la resalida hasta que le le comunicaron por radio, de forma más explícita que a Kimi, que no atacase. Hoy era día para que el #44 escribiese su historia, y ni siquiera ese momento de duda en el pit lane, investigado pero no sancionado, lo empañó. Cuando un talento fuera de lo normal tiene encima ese toque de suerte, el resultado es demoledor.

Fuente: diezcilindros

domingo, 8 de julio de 2018

Los Ferrari dominan en Silverstone

En una de las sesiones de clasificación mas disputadas de la temporada, Lewis Hamilton consiguió el primer puesto de la grille del circuito de Silverstone, con solo 44 milésimas de diferencia sobre Sebastian Vettel y 98 sobre Kimi Raikonnen. Los Ferrari funcionaban a la perfección en este circuito, pues cinco de los diez primeros clasificados montaban motores suministrados por Maranello. Entre ellos, Charles Leclerc, que aún haciendo P6 en Q1, terminó por ceder ante los dos Haas y acabó partiendo desde la novena posición de la parrilla. Magnífico trabajo el del piloto monegasco, que ya nos tiene acostumbrados a contar con él para ocupar un puesto entre los diez primeros. No hay que olvidar que los Sauber eran los farolillos rojos al principio de la temporada. Entre los “expertos” se comentaba que los motores Ferrari tenían mucho que ver en esto, pero la diferencia la marca este novato llamado a tocar la gloria, ya que no podemos olvidar que su compañero Ericsson partía desde la decimoquinta posición a pesar de contar con el mismo motor.

Hamilton, salió mal y acabó viéndose involucrado en un toque con Raikonnen en la curva tres. El lance provocó un trompo del inglés que le relegó hasta la ultima posición. Lewis pedía por radio que le confirmaran que el coche estaba entero, pues sus sensaciones le transmitían los peores augurios; pero no fue así, el de Mercedes inició una remontada voraz y en solo diez vueltas ya rodaba sexto. Es verdad que el incidente sirvió para apreciar con claridad, la diferencia entre su Mercedes y el resto de los mortales; es decir, los de atrás y los de la tabla media, pero eso no resta mérito al de Brackely, que acabó peleando con Vettel por la victoria, aunque fuera favorecido por dos safety car que fueron desplegados en el segundo tercio de la carrera.

El primero de ellos lo provocó Marcus Ericsson al querer trazar la curva uno con el DRS abierto. Perdió el coche y acabó estrellándose contra el muro. El segundo lo protagonizaron Grosjean y Sainz, cuando el primero no quiso ceder ante el ataque de Sainz y acabó tocando al español cuando perdió su coche. Los dos acabaron en la puzolana con sus monoplazas fuera de combate.

Las últimas diez vueltas, favorecidas por la aparición de estos safety, fueron la verdadera salsa de la carrera. Los top seis rodaban juntos. Todos hablan parado a poner blandos menos los dos Mercedes que prefirieron no parar debido a que sus medios llevaban relativamente pocas vueltas rodando. Bottas, Vettel, Hamilton, Verstappen, Raikonnen y Ricciardo por este orden y separados solo por unas cuantas décimas. Kimi pasó a Max y este se revolvió en una maniobra espectacular, defendiendo la posición por fuera, aunque mas tarde acabara cediendo ya con el coche rateando por problemas en su motor, que terminarían con el abandono del holandés una vuelta mas tarde. Vettel pasó a Bottas favorecido por el estado de sus neumáticos, después de que el finlandés acabara machacando los suyos por defender la posición. Mas tarde le llegó el turno a Hamilton, que se colocó segundo a la caza de su adversario por el titulo. Por último Bottas, terminaría cediendo ante Raikkonen para acabar cuarto en una carrera en la que los Ferrari fueron los mejores y en la que Hamilton minimizó los daños, acabando en un extraordinario segundo puesto que le sirvió para mantenerse vivo en la pelea por el mundial.

La nota triste la puso el equipo Sauber, que en el cambio de gomas de Leclerc, dejó la delantera izquierda mal colocada y obligó al monegasco a abandonar una carrera en la que sin duda habría acabado por detrás de los intocables. Había rodado octavo durante toda la carrera, por detrás del Renault de Hulkenberg, pero llegó a ponerse en zona de DRS y sin duda, después del cambio a duros por parte del de Renault hubiera acabado por rebasarle.


Alonso, que salió decimotercero, acabó octavo después de arrebatar a Magnussen esa posición, en los últimos lances de la carrera.

lunes, 2 de julio de 2018

Verstappen triunfa en el Red Bull Ring

Este fin de semana se ha celebrado en el antiguo circuito de A1 Ring, en Spielberg, la novena prueba del campeonato, donde Max Verstappen ha conseguido la victoria en una carrera marcada por la aparición de blistering en los neumáticos traseros de la mayoría de los participantes. La pole del sábado la consiguieron Bottas y Hamilton por este orden, seguidos de los dos Ferrari, aunque una penalización de tres puestos en la parrilla de salida por obstaculizar a Sainz en la Q2, retrasó a Vettel hasta la sexta plaza.

Pronto se pusieron en cabeza los dos Mercedes aunque con las posiciones cambiadas debido a una salida defectuosa del finlandés; sin embargo un problema con la presión hidráulica del monoplaza de Bottas en la vuelta trece, le obligó a retirarse, desencadenando con ello la salida de un safety car virtual que aprovecharon los de Milton Keynes para hacer su cambio de gomas. Mercedes no llamó a Hamilton, provocando así, una situación de desconcierto en el piloto y en la propia escudería. Le llamaron en la vuelta veinticinco para protegerse de Vettel, su principal oponente de cara a la lucha por el mundial de pilotos, lo que dejó a los dos RBR14 al frente de la carrera. 

En la cabeza, las posiciones parecían estables, con Kimi tercero, Hamilton cuarto y Vettel quinto, pero esta vez las gomas no iban a durar lo que restaba de prueba para algunos de los pilotos, entre ellos Ricciardo, quien tuvo que entrar por segunda vez en la vuelta treinta y ocho. Hamilton también cambió a una estrategia a dos paradas. Entró en la vuelta 53 y montó un juego de superblandos, que en teoría no era tan propenso a las ampollas como el blando. Salió quinto, justo a la estela de Daniel Ricciardo. Un giro más tarde, el australiano rompió el motor de su Red Bull y se quedó fuera de la carrera. Aparcó en un lateral de la pista y los comisarios pudieron intervenir sin necesidad de un coche de seguridad. Con el abandono de Ricciardo, Hamilton subió hasta la cuarta plaza. A diez vueltas del final, Max Verstappen lideraba la carrera con cuatro segundos sobre Kimi Räikkönen y seis sobre Sebastian Vettel. Los tres coches del podio se disputaban la victoria y la gestión de los neumáticos sería determinante. Ferrari le dio luz verde a Kimi para atacar hasta el final. Y en la vuelta 63, la desgracia de Hamilton llegó a su punto álgido. El británico, que había liderado la carrera hasta el coche de seguridad virtual, abandonó con una pérdida de presión en la gasolina de su Mercedes. Räikkönen y Vettel presionaron a Verstappen, pero sus esfuerzos fueron baldíos. El piloto holandés ganó el GP de Austria en el Red Bull Ring, en una de las carreras más imprevisibles de la temporada. El cero de Hamilton era una bendición para Vettel, que recuperaba el liderato en el Mundial de Pilotos.


En la zona media, el equipo Haas F1 rompió la racha de mala fortuna de carreras anteriores y celebró su 50 carrera con su mejor resultado hasta la fecha, una cuarta posición en favor de Romain Grosjean. También fue destacable la posición de Fernando Alonso, que terminó octavo a pesar de salir desde el pit lane, penalizado por romper el parque cerrado al cambiar su alerón delantero dañado en la Q2. Carlos Sainz, terminó duodécimo, también con problemas de blistering en su monoplaza.

La FIA decide entregar el titulo de 2021 a Max Verstappen

La carrera se relanzaría, si lo hacía, tras el SC. Pero de forma totalmente inverosímil, se decidió en la vuelta 56 que no se dejaría desdob...