Hacia casi diez años que los de Maranello no colocaban sus dos coches en la primera linea de "la grille". Venían avisando y en esta ocasión los de Brackley no supieron encontrar el mejor momento de sus neumáticos para dar una vuelta que les colocara, como de costumbre, en el top de la "qualy".
Si Kimi hubiese mantenido la posición en la salida, habría mantenido a los mercedes por detrás permitiendo a su compañero distanciarse lo suficiente para que un posible “undercut” no estuviese al alcance de las flechas plateadas. Sin embargo, la salida la ganó Bottas, que saliendo tercero logró ponerse por delante de los dos ferrari antes de la curva dos. A parir de ahí no hay mucho que resaltar, salvo en las últimas vueltas cuando Vettel logró acercarse al finlandés lo suficiente como para ponerse a tiro de DRS. Tensión es lo que nos llevamos de esas últimas vueltas, pues al final no fue posible y Bottas logró pasar primero al término de las 52 vueltas programadas, callando así muchas bocas que no apostaban un duro por él. No sabemos si conseguirá tomar el papel que tuvo Rosberg en el equipo, pero el primer paso ya lo ha dado y veremos a partir de ahora de que manera le mira su compañero.
Feo gesto, muy feo, el que le hizo Vettel a Massa por haberle estorbado en esas últimas vueltas. El alemán tiene que pensar que no está solo en la pista y aunque es cierto que Felipe debía cederle la posición ante la indicación de banderas azules, no siempre es fácil para un piloto encontrar el momento de hacer hueco para ser adelantado. Kimi entró tercero, por delante de Hamilton a una cómoda distancia, lo que viene a confirmar que los mercedes ya no están solos y que los coches de Maranello tienen mucho que decir esta temporada.
Carlos Sainz logró entrar en los puntos, décimo, después de salir decimocuarto tras su penalización de tres puestos que le fue impuesta por dirección de carrera ante el incidente con Stroll en la pasada carrera de Bahrein.
Alonso no pudo terminar la vuelta de formación cuando su McLaren se volvió a parar ante los ojos incrédulos de mecánicos y aficionados. Frustración, desilusión y apatía se dejan ver en las palabras del español, por más que siempre anime a estar confiado en que las mejoras llegarán. No creo que la decisión de Fernando por participar este año en las 500 millas de Indianapolis, sean producto de su ego como dice Wolff, sino mas bien producto de su ansia por tener alguna alegría en este año que se presenta tan duro.