
Las cosas pintan bien para el piloto asturiano y no hace más que confirmar las buenas sensaciones recogidas en los test de invierno y asentar las ilusiones puestas por gran multitud de aficionados acerca de posibilidad, más que cierta, de que Fernando acabe ganado este mundial.
Eso sí, hemos de ser prudentes todavía y seguir hablando de posibilidad cierta porque no menos cierto es, que en este campeonato podría ocurrir cualquier cosa, a tenor de los rivales que va a tener en frente. Para empezar su propio compañero, Felipe Massa quien además es el primer piloto a batir. Dos campeones del mundo en activo y el piloto que bate el record de mundiales ganados y que después de tres años sin actividad, vuelve a las pistas. Michael Schumacher es sin duda uno de los atractivos de este año y aunque en los primeros ensayos no haya estado por encima de sus rivales, sin embargo su espíritu batallador y su gran valía como piloto, nos harán disfrutar a todos de escenas inolvidables, con toda seguridad.
Así pues, este año Fernando debe sentir una sensación especial, por tener que pelear fundamentalmente con cuatro pilotos. A saber, Lewis Hamilton, por la dura experiencia pasada en el equipo McLaren junto a él, sin olvidar que es uno de los pilotos más agresivos de la parilla. Michael Schumacher, porque es el campeón con más títulos mundiales de los que están en la parilla, Jenson Button por ser el actual campeón y Felipe Massa por ser su primer “enemigo”.

La nota triste de este inicio de campeonato la dan los tres nuevos equipos aupados por Bernie Ecclestone que se incorporan por primera vez en su historia a este vertiginoso mundillo de las carreras de F1. Esperemos que cambien estas sensaciones con el devenir de las carreras, pero lo cierto es que a día de hoy son un estorbo y representan un peligro real para el resto de los equipos competidores. Lotus, equipo que nada tiene que ver con el mítico equipo fundado por Colin Chapman, es el único que podría salvarse si solo miráramos a los nombres de las manos que los llevan, Jarno Trulli y Heikki Kovalainen. Salvando esta circunstancia, los tres nuevos equipos se arrastran por el asfalto perdiendo piezas, una tras otra, a casi seis segundos de diferencia con el primer clasificado. Bruno Senna, sentado a bordo del primer proyecto de F1 español, pierde casi diez segundos con respecto a Fernando. Ni su compañero Karun Chandhok, ni Lucas di Grassi a bordo del segundo Virgin, han conseguido rodar ni una sola vuelta antes de la última prueba para la calificación. La razón,… los coches no estaban terminados. Por último, Timo Glock, recordado por haber entregado el titulo en bandeja a Hamilton cuando Felipe Massa ya lo celebraba después de haber rebasado la línea de llegada del último GP de 2008, es el primer piloto de Virgin.
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