Es difícil resumir en unos pocos párrafos, todo lo sucedido este fin de semana en el Gran Premio de Azerbaijan. No había tiempo material para digerir cada uno de los lances que nos dejaba esta carrera con el paso de las vueltas.
La salida fue limpia en su primera curva, pero ya en la tres se produjo el primer incidente entre Esteban Ocon y Kimi Raikonnen cuando el primero dejo sin espacio la trazada del finés. Los dos coches se tocaron, el de Force India acabó contra el muro y el de Maranello tuvo que entrar a cambiar su morro dañado. Por detrás, en la dos, Sirotkin sería el primer autor del desbarajuste. Primero toca a un Force India en la frenada, saliendo de la curva situado entre Hulkenberg y Alonso. El alemán trata de recuperar su trazada y desplaza al ruso, que a su vez toca al español. Fernando logra llegar a su box con el tren derecho destrozado y el fondo plano de su monoplaza rozando el suelo durante buena parte de la vuelta.
Cuando se retiró el coche de seguridad, la atención de la carrera se centraba en la lucha por la cuarta plaza. Los dos Red Bull y los dos Renault eran sus protagonistas. Los de la bebida energética no eran capaces de poner temperatura a sus gomas y ambos fueron superados por sus rivales sin demasiado esfuerzo, dejando al español Carlos Sainz al frente del grupo perseguidor. Por delante, solo Vettel, Hamilton y Bottas en este orden. Hulkenberg cometió un fallo antes de abordar la zona de la ciudadela y quedó fuera de carrera, dejando a los dos Red Bull a la estela de español.
Enrabietado por la perdida de posiciones, Verstappen se defendía del ataque de su compañero con uñas y dientes llegando ambos a tocarse goma con goma. Es cierto que el equipo les deja pelear libremente entre ellos, pero los riesgos que corrieron ambos en su pelea, fueron ciertamente difíciles de asimilar. Ante la actitud de su compañero, Ricciardo se armó de paciencia, cargo baterías y acabó pasando a Verstappen justo una vuelta antes de entrar a cambiar sus gomas. No le valdría de mucho pues el holandés le hizo un overcut en el siguiente giro. Ricciardo volvió a colocarse al rebufo de su compañero y en el momento de iniciar la maniobra, se produjo el desastre. El australiano amenazó por la izquierda, el holandés cerró el hueco y con la referencia de la frenada perdida, Ricciardo acabó por embestir por detrás a su compañero. El equipo no buscó culpables, pero acabó desolado con el resultado de este enfrentamiento fratricida.
No terminaron las sorpresas con este lance. Bottas que iba en cabeza, aprovechó la salida del safety para hacer su único cambio de gomas y poner ultrablandos. Vettel recuperaba el liderato, pero sabiendo que seria presa fácil con sus gomas gastadas, entró a poner ultrablandos saliendo por detrás del finlandés para abordar las ultimas diez vueltas. Sin embargo, antes de que el coche de seguridad abandonara la pista, Romain Grosjean se fue contra el muro en un error de principiante tratando de calentar sus neumáticos, lo que solo dejó tres vueltas para la pelea final. Cuando se relanzó la carrera, el piloto de Ferrari se tiró a por el de Mercedes en la que intuía sería su última oportunidad, pero su apurada de frenada resultaba demasiado optimista y acabó haciendo un plano que echaría por tierra todo su trabajo. Fue sobrepasado por Hamilton y por Raikonnen e incluso en la ultima vuelta, también por el Force India de Sergio Perez.
La nota desgraciada la puso Bottas al pinchar su trasera derecha con alguno de los restos de fibra esparcidos por la pista. El buen trabajo del segundo de Mercedes, se fue al traste y la desolación se apoderó de él. Hamilton cruzó la meta seguido de Kimi, Perez, Vettel, Sainz, Leclerc y Alonso.
Carrera difícil para todos, pero especialmente gratificante para el monegasco Charles Leclerc, que con su Sauber hizo una magnifica actuación llevándose todo un cúmulo de buenas sensaciones y sus primeros ocho puntos en el mundial después de solo cuatro carreras. En su mochila, aprovechar su cambio de gomas para adelantar en pista a todo un bicampeón del mundo, aunque éste rodara con un coche herido.
Solo doce coches lograron terminar la carrera. El otro McLaren entró noveno, pero la posición de ambos al final de carrera, pone de manifiesto que los de Woking todavía no han acertado con el diseño del monoplaza. Para Montmeló todos hablan del MCL33B, pero son muchos los cambios que se antojan para que este coche pueda estar a la cabeza de los de media tabla. Hasta ahora, solo las manos de Alonso han conseguido camuflar la situación real del monoplaza, pero conseguir puntos en todas las carreras no es fácil y más con un coche que no trasmite las mejores sensaciones.