
La carrera empezó con el coche de Vettel echando humo e incluso fuego en la parrilla, pero solo fue un susto pues todo volvió a la normalidad al apagarse el semáforo rojo. Max Verstappen le ganó la posición en la salida y en la pequeña lucha que ambos protagonizaron en las tres o cuatro primeras curvas. A partir de ahí todo fueron nervios para el piloto teutón. Le costó sobrepasar al piloto de Red Bull y aunque lo intentó durante mucho tiempo solo puedo hacerlo en boxes, no si antes regalarnos una defensa de Max que solo un piloto de su talla es capaz de hacerlo.
Por detrás, Bottas que había salido noveno a causa de una penalización por cambiar su caja de cambios, venía recuperando posiciones de manera vertiginosa. Su estrategia de mantenerse en pista hasta el cambio obligado de gomas le valió la carrera sin duda, pues en las ultimas vueltas se puso al rebufo de Vettel y le adelantó con facilidad. Otra cosa era llegar a Raikonnen, que rodaba ocho segundos por delante; sin embargo para los dos Ferrari llegaría la hecatombe en los últimos giros, pues primero Kimi y una vuelta mas tarde Vetel, pincharon su rueda delantera izquierda, puede ser que debido a la degradación de las gomas. Kiimi solo perdió una posición debido a que rodaba muy por delante de los demás, pero Vettel bajó hasta la séptima posición y acabó entrando por detrás de Verstappen, Ricciardo y Hulkenberg.
Ricciardo que tuvo que bajarse del coche en la Q1 del sábado debido a un problema con el turbo, quedó relegado a la última fila de la parrilla de salida, lo que terminó con sus aspiraciones de lograr un nuevo podio. Aun así, el de Red Bull estaba dispuesto a ofrecer un gran espectáculo ante los aficionados británicos. Acabó en quinto lugar, por detrás de su compañero y fue elegido piloto del día con toda justicia, debido al gran trabajo que realizó en pista.
Los pilotos españoles volvieron a tener una jornada negra. Por un lado, Carlos Sainz quedo fuera de carrera en un lance con su compañero durante el transcurso de la segunda vuelta. Danil Kvyat fue sancionado con un drive trought y dos puntos en su licencia y ya acumula nueve del total de doce permitidos. El piloto asturiano tuvo que terminar la carrera antes de tiempo por un problema en la bomba de gasolina que causó pérdida de potencia en el motor.
El otro McLaren acabó lamiendo los puntos y terminó undécimo en manos de Stoffel Vandoorne. Tardan en llegar las mejoras y aunque aquí se ha visto algo, se nos antoja todavía poco. Esperemos que en la próxima cita, dentro de quince días, puedan aprovechar las ventajas del circuito húngaro para ocupar mejores posiciones.
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