
En cuanto a la carrera, en general, el público esperaba mas chatarra en la pista y mas a la vista de lo ocurrido en las carreras de GP2, pero lo cierto es que el circuito parecía especialmente diseñado para estos Mercedes, como efectivamente ocurrió. Rosberg, que salía desde la pole, enseguida empezó a poner distancia con respecto a sus inmediatos seguidores a tal punto que desapareció de las pantallas y solo volvimos verle para recibir la bandera a cuadros. Los pilotos de formula uno no tienen la necesidad de notoriedad a la que aspiran sus hermanos menores y mas piensan en su seguridad y sin duda a instancias de sus jefes, en la propia economía del equipo,.
Hamilton salía beneficiado de una decisión poco equitativa pues en base a una norma escrita, consiguió cambiar los neumáticos con los que hizo un plano en la Q2 y que eran con los que debía haber empezado la carrera. La norma permite el cambio en caso de ser un peligro para la seguridad en pista y no era el caso, pues aunque se tratara de dos planos en la misma rueda, lo normal sería que los cambiara al termino de la primera vuelta o en caso de hacerlo antes de dar la salida, tuviera algún tipo de sanción. No parece que a un Manor le permitan el mismo dispendio. En cualquier caso logró acabar quinto después de una carrera en la que salía décimo. No pudo marcar tiempo en la Q3 debido a una bandera amarilla a poco de concluir la sesión. En carrera tuvo problemas para resolver un fallo en los ajustes del motor y volvimos a oírle por radio quejarse amargamente de tal circunstancia, a su equipo.
Destacar la actuación de Checo Perez, que había clasificado segundo el sábado pero tuvo que salir cinco posiciones mas atrás al sustituir su caja de cambios y que acabó tercero al final de las 51 vueltas que hubo que darle a este circuito.
Los McLaren no obtuvieron ningún rédito de esta visita. Button acabó fuera de los puntos y Alonso tuvo de parar su coche a nueve vueltas del final.