Las flechas plateadas han vuelto a dar un golpe sobre la mesa y han dejado las cosas más que claras al término de esta primera prueba europea del calendario. Los dos bólidos a manos de sus respectivos pilotos, Hamilton y Rosberg han llegado a doblar al segundo Ferrari y séptimo clasificado de la carrera y si ésta hubiera durado un par de vueltas más, nuestro piloto habría sucumbido igualmente bajo sus ruedas.
Nada que hacer si Mercedes sigue trabajando como hasta ahora. Llevan cuatro dobletes consecutivos y cinco victorias en los cinco gp,s celebrados. Se han convertido en el doblete de oro y la diferencia con cualquier otro es enorme aun en el caso de tratarse de Red Bull, el cuatro veces campeón de constructores del mundo, quien ha demostrado a su vez estar por encima del resto del mundo.
La carrera fue de un dominio atronador por parte de los Mercedes y nuevamente vimos una lucha entre sus dos pilotos por acabar en el primer puesto del podio. La experiencia de Hamilton acabó dándole la victoria teniendo que pelear incluso con su sistema comunicación, que durante unas pocas vueltas estuvo fuera de servicio.Aparte de esto hay que decir que Vettel ya ha vuelto. Una vez cambiado el chasis al parecer culpable de todos sus males de tracción y rendimiento, el piloto ha vuelto a meter el coche por donde ha querido en cada curva, consiguiendo una serie de adelantamientos de auténtico lujo. Salió decimoquinto y acabo cuarto superando a los dos Ferrari y al Williams de Bottas.
Nada que decir de Ferrari, quienes tienen todo el trabajo del mundo para poder acercarse no a los de Brackley, inalcanzables de todo punto, sino a los Red Bull de Milton Keynes.
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