El sábado, Lewis Hamilton marcó un tiempo de 1:42:553 que le valió la primera posición en la parrilla de salida y que le supuso pulverizar la mejor vuelta al circuito que poseía Jarno Trulli desde 2009, al tiempo que igualaba el récord absoluto de “poles" en poder de Michael Schumacher.

Pero lo verdaderamente negativo de este gran premio fue, ya no la actuación de Fernando que se marcó una de las salidas mágicas a las que nos tiene acostumbrado, sino el rendimiento de su monoplaza que una vez más volvió a enseñar sus vergüenzas y acabo, como tantas otras veces, teniendo que entrar en boxes con problemas en su motor.
Los problemas con el motor Honda no parecen tener arreglo, ni a corto ni a medio plazo y si fuéramos incluso un poco adivinos, tampoco a largo plazo pues parece que los de Honda no son capaces de hacer un motor híbrido, que esté al menos, a la altura de sus rivales de media tabla. Una vez que Fernando hubo ganado tres posiciones en la salida, tuvo que ver impotente como sus rivales le adelantaban sin esfuerzo alguno. Hasta cinco coches en seis vueltas sin poder oponer la mas mínima resistencia. A los ojos del aficionado parecía que ni siquiera necesitaban ir a fondo para adelantarle. Hulkenberg, Ocon, Pérez, Massa, Sainz... uno tras otro sin que el español pudiera hacer nada para evitarlo. El abandono en la vuelta 27 pudo ser hasta un alivio para un Alonso, para un bicampeón, que no tiene máquina para competir.
Y lo malo es que el tiempo sigue pasando y las oportunidades cada vez se reducen mas. Fernando tiene treinta y siete años y de cara a la próxima temporada los mejores asientos están ocupados. La permanencia en MacLaren, si la alianza con Honda se mantiene, no augura éxitos para la temporada próxima por mucho que su chasis se muestre como uno de los mas competitivos del mundial, pero la verdad es que no hay muchas salidas.
Tendremos que esperar a ver que dice nuestro piloto al final de este mes que entra y confiemos en que sus decisión de futuro sea lo mejor para él y para sus seguidores.