domingo, 2 de octubre de 2016

Malásia. No apta para cardiacos.

Los aficionados a este deporte, seguro que han disfrutado con la carrera que se ha celebrado hoy en el circuito de Sepang, en Malasia, en lo que ha sido la sexta prueba antes de finalizar este campeonato.

Todo se ha puesto patas arriba durante el transcurso de la prueba y las cábalas sobre lo que ocurriría tanto en el mundial de pilotos como en la misma prueba, se sucedían como titulares de un noticiario, a medida que se iban dando vueltas al circuito hasta terminar con la bandera a cuadros para el vencedor.

Los Mercedes salían primero y segundo, después de que Hamilton machacara los tiempos en la sesión de clasificación, por delante de Ricciardo y Verstappen con los RBR y de Vettel y Raikkonnen con los Ferrari, en este orden. En la primera curva, otra vez Vettel, que sería investigado al termino de la prueba, volvió a liarla esta vez echándose encima de Verstappen y posteriormente tocando a Rosberg con su delantera izquierda en la trasera derecha del piloto de las flechas plateadas. La consecuencia, trágica para el del cavallino, fué el abandono inmediato por culpa de la rotura de la suspensión. La menos trágica, pero igualmente frustrante, fue que a Rosberg lo hizo trompear, por lo que todo el grueso de la parrilla tuvo que esquivarle antes de que este pudiera colocar nuevamente el coche en dirección a la marcha de la carrera.

Con Hamilton indemne al mando, el mundial se ponía otra vez a favor del inglés, pero el devenir de las próximas vueltas, con la aparición, en dos ocasiones, del safety virtual, hacia que todo el paddock hiciera números contando los tiempos por vuelta y las paradas que cada uno debía realizar. Sobre todo los hombres de Red Bull, quienes durante algún tramo de la prueba veían posible la victoria de la mano de cualquiera de sus dos pilotos. Lo cierto es que sobre el papel, parecía Verstappen, el más cercano de conseguirla, a tenor de la diferencia de tiempos que había entre él y la cabeza de carrera. El joven piloto holandés parecía tener sus deberes hechos en cuanto a cambio de gomas, mientras que el piloto de Mercedes, debería parar una vez más antes de pasar bajo la bandera a cuadros.

Sin embargo, quizás la mala fortuna o quizás el sobre trabajo al que el piloto inglés sometió a su monoplaza para zafarse de aquella posibilidad, hizo que su motor dijera basta y acabó aparcando su monoplaza, echando llamas, en la puzolana del circuito. El campeonato de pilotos volvía a darse la vuelta, pues para ese momento Rosberg ya rodaba cuarto y ahora tercero después de una carrera en la que el alemán no respetó a nadie y en la que uno tras otro fueron cayendo presa de su ansia por acercarse a la cabeza de carrera para que la diferencia de puntos con su compañero le permitiera mantener el liderato fuera como fuera. En ese ascenso espectacular acabó encontrado a Kimi Raikonnen y a la que pudo se le tiro de la manera mas descarada, incurriendo en lo que los comisarios acabaron castigando con diez segundos de penalización por “causar una colisión”. Lo cierto es que con Hamilton fuera de carrera, castigar con diez segundos a Rosberg parecía lavar sus vergüenzas de cara a la investigación abierta tras el toque entre el alemán y el hombre de hielo.

Ahora eran los dos pilotos de la bebida energética los que encabezaban la prueba y a tenor del ritmo que manejaba su piloto mas joven, rodando por detrás del australiano, todo hacia pensar que Verstappen acabaría ganando la carrera una vez que lograra pasar a su compañero. Pero, amigos, no lo habíamos visto todo en este gran premio y la diosa fortuna nos tenia reservado el mejor lance de la carrera para estas últimas vueltas. Verstappen efectivamente llegó a Ricciardo y a la que pudo se tiró con todas a por él. Sin embargo, el australiano sacó los galones y en una magnifica defensa de su puesto, logró zafarse del hambriento ataque de su compañero para después conservar la posición hasta el final de la carrera. La escena, aparecerá en las mejores imágenes de esta temporada en todos los medios especializados y por mucho tiempo; una escena que dejó la retina de los aficionados dilatada para el resto de la temporada y con todas las ganas de volver a ver lances de esta magnitud en la pista.

La carrera no solo fue espectacular entre los pilotos de delante. Fernando Alonso, que salía último a causa de su cambio de motor, acabó entrando séptimo en lo que sería, a juicio de muchos, la mejor carrera del asturiano desde que volvió a McLaren.


Próxima cita, dentro de siete días en Japón. Rosberg lidera el mundial con 23 puntos de ventaja sobre su compañero.

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