“Si alguien no puede aceptar las cosas como lo hacemos nosotros, que no vea la tele”, es el mensaje de Alonso a los aficionados el día que pudo conseguir su primer punto mediada ya la temporada. Mucha paciencia deberán tener sus seguidores pues el camino por recorrer aún es muy largo. El punto conseguido llegó como consecuencia de los siete abandonos producidos durante la carrera mas el extra que pudo poner el piloto al aparecer la lluvia en el último tramo de la prueba y de esa manera dar alcance al único Sauber superviviente. Quizás rodara solamente para sacar toda la información posible de las 52 programadas al circuito de Silverstone, quizás en el equipo entiendan que es mejor rodar que apretar el motor y estar expuesto a otra rotura mas de las muchas que ya se han producido en lo que llevamos de campeonato, pero lo cierto es que el McLaren-Honda no anda y solo puede aspirar a estar por delante de los Manor. El punto obtenido no aporta nada, pues ya su compañero había inaugurado el contador con los cuatro puntos conseguidos en Monaco y con ellos ya se había asegurado una buena inyección de dinero para el año próximo que ya quisieran para si los de Banbury, los únicos hasta ahora con su contador a cero.
La carrera ha dejado de todo pues ya desde que se apago el semáforo rojo surgió la sorpresa y los dos Williams se pusieron por delante de los Mercedes. Hamilton es capaz de lo mejor y de lo peor, pero no se le pueden negar sus manos, su coraje y su extraordinario pilotaje y de la misma manera que aprovechó magistralmente el espacio dejado por Bottas a la salida de la curva tres, volvió a tirar su plaza cuando después de marcharse el safety quiso adelantar a Massa sin haber madurado la maniobra lo suficiente.
El safety car tuvo que salir al terminar la primera vuelta, pues una pequeña montonera que se produjo en la misma curva tres, acabó con los dos Lotus, con Button, que fue embestido por su propio compañero, y con el RBR de Ricciardo tocado y que más tarde tuvo que abandonar. Alonso pudo seguir, pero tuvo que entrar a cambiar el morro de su monoplaza en una maniobra impropia de un equipo de su talla, que tardo una eternidad en hacer el cambio.
Hamilton solo tuvo que esperar hasta el primer cambio de gomas para ponerse al frente de la carrera y aunque su compañero Rosberg no pudo hacer lo mismo, la llegada de la lluvia en el último tercio de la carrera, arregló las cosas para volverlas a dejar en su orden natural en lo que va de campeonato. Los Williams no supieron anticipar ninguna de sus dos paradas, la segunda por necesidad y acabaron cediendo lo suficiente para que un Sebbastian Vettel que llegó a rodar noveno, acabara alcanzándoles y arrebatándoles la tercera posición en el cambio a intermedios.
La polémica la pondrá Räikkónen al anticipar demasiado su entrada para poner neumáticos de agua cuando la lluvia todavía no era consistente. Reclamó a su equipo volver a poner los de seco pero le advirtieron que la lluvia vendría de nuevo… y llegó cinco o seis vueltas después de su entrada por lo que los neumáticos de agua no aguantaron lo suficiente como para acabar la carrera con garantías y tuvo que volver a entrar para poner otros nuevos de lluvia. Acabó octavo. El asunto va a dar mucho que hablar en el seno del equipo
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