Lewis Hamilton se ha alzado con el liderato provisional del campeonato tras una larga carrera en Marina Bay bajo la noche húmeda de Singapur, donde todo salió mal para su compañero Rosberg antes de empezar la carrera.
El Mercedes del alemán tuvo problemas con la electrónica del cambio de marchas que le dejaron parado en la salida de la vuelta de formación, lo que le obligó a salir desde el pit lane. Pocas vueltas más tarde tuvo que abandonar al ver que dichos problemas volvían a aparecer.
La maldición de Singapur abrió la carrera para los Red Bull, pues el safety car tuvo que salir en la vuelta 31 después de que el alerón del Force India de Sergio Perez explotara en pedazos tras un toque con el saber de Adrian Sutil.
Alonso salió perjudicado con la salida del safety pues hizo su segunda parada para poner blandos en la vuelta 24, mientras que los de Red Bull entraron después de él para poner los duros y así rodar con ellos hasta el final de la carrera. Muchas vueltas eran para rodar con los mismos neumáticos y la estrategia de Ferrari hubiera resultado de no ser por que la presencia del coche de seguridad le obligo prematuramente a poner los duros cuando solo llevaba seis vueltas con las nuevas gomas. De haber tenido neumáticos frescos en las últimas vueltas habría podido con los de la bebida energética. La batalla final, a pesar de todo, fue muy emocionante pues los tres coches rodaban en un segundo con una diferencia de medio segundo entre cada coche. No creo que sea descabellado pensar que los de Milton Keynes instruyeran a su piloto mas joven para que guardara las espaldas de Vettel, quien defendió con gran mérito su posición a pesar del mal estado de sus gomas.
Hamilton que había seguido la estrategia de ferrari, no cambio sus blandos aprovechando la salida del coche de seguridad y tras la retirada de este, tuvo que abrir brecha para poder hacer el cambio con garantías. Se incorporo justo detrás de Vettel y con Ricciardo acosandole, pero sus gomas nuevas y la potencia de su Mercedes acabaron con la ilusión del alemán al verse primero a solo unas pocas vueltas para el final.