En la salida, los Williams, segundo y tercero, defendían el ataque de Magnussen y los dos Red Bull que partían detrás de ellos. Quizás Felipe debía de haber dejado espacio al McLaren o quizás éste debía de haber cedido al ver que no podía meter el morro donde quería, lo cierto es que el pobre Felipe, una vez más, estuvo metido en el fregado y acabo dando una vuelta de campana. Los dos implicados acabaron fuera de la carrera, pero además Ricciardo tuvo que salvar la situación tomando toda la escapatoria, lo que acabo relegándole a las últimas plazas.
Este último y Hamilton fueron los que nos ofrecieron las mejores secuencias de toda la carrera, pues en cada lance con cada piloto se podía ver un magnífico espectáculo en forma de lucha por conseguir la mejor plaza. Por otro lado Vettel y Alonso retomaron la pelea donde la habían dejado el pasado gran premio y convirtieron la carrera en un duelo entre dos donde uno al otro se robaban la plaza a base, bien de estrategia, bien en un mano a mano infernal por acabar robándose la plaza.
Hamilton llego hasta el tercer lugar y de no haber forzado la entrada para cambiar gomas al ver a Sutil parado a la salida de la curva de entrada a la línea de meta, sus neumáticos le hubieran aguantado para poder atacar con éxito al Williams de Bottas en las últimas vueltas. Por otra parte Fernando se llevó la peor parte al no poder atacar a Vettel en el último stint e incluso, de no haber mediado la bandera, habría sido superado por Ricciardo en la última vuelta.
Carrera muy emocionante y con muchos adelantamientos en un circuito más estrecho de lo habitual que se ha llevado Rosberg con toda claridad, pero que nos ha permitido disfrutar de innumerables lances apasionantes durante prácticamente toda la carrera.
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