Y es cierto, Ferrari, se destapó a mediados de temporada con un tren de clasificaciones a su favor, que hacían pensar que los de rojo estarían en la lucha por las victorias y, aunque en menor medida llegarían a amenazar el sexto titulo del inglés de Mercedes. Pero no fue así; las poles y las primeras lineas de los del cavallino, no se transformaron en victorias sobre el trazado y los errores de estrategia echaron por tierra toda esperanza de acercarse a los números que las flechas plateadas acumulaban de los grandes premios ya celebrados.
Mercedes ha seguido cosechando victorias y este fin de semana, al celebrarse el Gran Premio de Las Americas, ha sido capaz de proclamar a Lewis Hamilton, campeón mundial de F1 por sexta vez en su carrera deportiva.
Nada que objetar al impresionante trabajo de todo un equipo que a falta de dos pruebas, ha obtenido catorce victorias de diecinueve pruebas celebradas y tampoco nada que objetar al hombre que ha logrado su sexto titulo mundial. Hamilton lo ha vuelto a hacer y probablemente lo volverá a hacer el año que viene y quizás en el 2021, el año de los cambios en reglamentos y vehículos, pues el inglés ha confesado que le gustaría debutar en esta nueva etapa con otro titulo más que añadir a su palmarés. Si él lo dice, o Mercedes se hunde en el desarrollo de sus monoplazas o tendremos campeón para rato, porque lo que es talento, le sobra por los cuatro costados.