Para los coches de Brackley, este año la temporada debería haber trascurrido sin problemas si tenemos en cuenta la enorme distancia que les separa del resto de sus competidores. Hemos visto durante esta temporada, las mejores pelas en pista casi siempre protagonizadas por sus dos pilotos; sin embargo algunos problemas de fiabilidad primero y la intensa pugna por el campeonato que mantienen entre ellos después, han sembrado un enorme clima de tensión en el seno del equipo.
Este fin de semana, la gota ha colmado el vaso y el inglés ha cacareado a diestro y siniestro, que Rosberg básicamente había dicho “haberlo hecho a propósito”. El incidente producido entre ambos durante el transcurso de la segunda vuelta dio al traste con la carrera de Hamilton al provocarle un pinchazo que acabo incluso dañando el fondo plano del coche, como consecuencia de tener que recorrer gran parte de la pista para llevarlo al box.
Rosberg, que había perdido la pole antes de la primera frenada, se pegó al alerón trasero de su compañero a la salida de eau-rouge y en la frenada de Les Combes, para poder abordar las curvas 3 y 4, coloco su morro a la altura del volante del inglés, en un intento de mantener la trayectoria durante la gran chicane para acabar superándolo por dentro. Hamilton no cedió y el alemán acabo por tocar el neumático trasero izquierdo de su compañero con su morro y acabo rompiendo la parte derecha de su alerón delantero.
No sé si Rosberg podía haberlo evitado o bien si Hamilton podía haber escogido otra opción de las dos que tenía, o ceder, o tratar de defender la posición sin cerrar la trayectoria de su compañero, pero lo cierto es que lances como ese se vieron unos cuantos durante las pruebas de GP3 y GP2 disputadas anteriormente y de ninguno de ellos, hemos tenido que hablar, salvo para elogiar las manos de sus autores.
Hamilton está muy enfadado y quizás muy caliente y todavía hay que abordar siete carreras para acabar el campeonato y nos va a resultar muy difícil de entender que al final del año se acabara perdiendo el campeonato, como ocurrió cuando compartió asiento con Fernando en McLaren. No es el mismo Hamilton de entonces, cierto, pero sus comentarios acerca del incidente, no nos han gustado en absoluto.
Daniel Ricciardo acabó subiendo al primer puesto del cajón por tercera vez en esta temporada y podría ser el único que pusiera en peligro el campeonato de pilotos, en el caso de que la paz no acabe reinando en el seno del equipo.
La carrera es esta y la próxima será en Monza.
http://www.formula1.com/video/race_edits/2014/belgium/
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