Pero aún con todo esto a favor hay que apuntar que la mediación de Fernando en este tándem marca la diferencia con cualquier otro piloto de la parrilla. Calentó los delanteros durante el warmup. Las curvas tres y cuatro iban a necesitar de toda su eficacia. En la recta de salida no pudo acabar de definir el adelantamiento a ninguno de los que le precedían en la parrilla de salida, mientras que el RBR de Vettel si fue capaz de adelantar a Hamilton y colocarse al rebufo del poleman Nico Rosberg. Alonso a la salida de la curva dos, se colocó por fuera y superó primero a Raikkonen y luego a Hamilton en una maniobra avalada por el buen rendimiento de los neumáticos y que solo los más atrevidos, saben que puede salir bien.
A partir de ese momento la carrera estuvo basada en la estrategia y en el trabajo de equipo y todo ello funcionó a la perfección. Raikkonen tardó 7 vueltas en superar a Hamilton que a esas alturas ya había perdido comba con los tres de cabeza. Una vuelta más tardó Felipe en sobrepasar al inglés y a la siguiente empezaron los cambios. El primero en entrar el brasileño, en la vuelta siguiente el español y en la siguiente Rosberg, Vettel y Raikkonen. Cuando estos volvieron a la pista, se encontraron con Alonso segundo detrás de Rosberg y Massa cuarto por delante de Raikkonen. Solo dos vueltas le bastaron a Fernando para deshacerse de Rosberg y fue a partir de ese momento cuando los Mercedes dieron por acabada su pelea.
Los Ferrari, primero y tercero en ese momento aspiraban al doblete y así pudo haber sucedido de no ser por la estrategia a una parada menos elegida por el finlandés y basada también en la mejor gestión de los neumáticos que hacen la dupla Raikkonen-Lotus Renault. El podio quedo formado definitivamente por estos tres pilotos. Vettel, que alargó su segunda parada en demasía, acabó cuarto pero sufriendo mucho con el graining y la degradación de sus neumáticos.
Lo mejor del fin de semana es que invita a confiar en que vendrán más victorias. La temporada acaba de empezar.